jueves, 26 de noviembre de 2009

Las Villuercas, paraíso castañero.


Por fín salio adelante una excursión a Las Villuercas, concretamente hemos pasado un fin de semana en Navezuelas; paraíso castañero por excelencia. Sin duda el Otoño es una de las mejores épocas del año para hacer senderismo por los campos extremeños y así lo hemos podido comprobar. Con algunos esfuerzos de más por la poca costumbre de andar por el campo hicimos la mitad de la ruta senderista de Alfonso XI que une Navezuelas con Guadalupe en total unos 9 km. de 16,5 km que tiene el total de esta ruta.

Tras dejar unos coches estratégicamente durante el recorrido de la ruta por si fallaban las fuerzas comenzamos una ascensión inesperada tanto por su dureza, com por su suelo pedregoso que mermó las fuerzas de algunos pero que se vió recompensada por las maravillosas vistas que nos esperaban en la cima del primer collado.
Tras un camino bajo un techo de castaños, robles, encinas y alcornoques y más de un aliento de ánimo al gupo intentando recordar que la ruta es dura al principio y final pero que hay varios kilómetros de descenso a la mitad de la ruta. En todos estos kilómetros donde pudimos levantar la cabeza del sendero escarpado y pudimos observar el maravilloso paisaje otoñal de Las Villuercas; castaños centenarios y alguno casi milenario repletos de su fruto en el suelo que nos sirvieron de avituallamiento y sacar conclusiones como "se pelan tan bién las castañas en Navezuelas como las gambas en Huelva", melojares casi tétricos por la labor que tiene el Otoño en el campo caducifolio y encinas y alcornoques en plena montanera de los cuales se benefician los jabalies y ciervos tan famosos por sus agarres y fuerza en las monterias de esta comarca.

Tras cruzar el pequeño Río Viejas comenzamos de nuevo la ascensión al segundo collado de la ruta y por supuesto no menos duro que el primero, acusando el esfuerzo realizado hasta entonces con algunos problemillas físicos, rozaduras... y pensando ya en el arroz que nos tocaba comer y en la ducha de agua caliente. Por fín alcanzamos el primer coche de avituallamiento, donde el gurpo decidió abandonar la ruta en beneficio de todos, aunque todos nos asomamos al descenso de Alfonso XI hasta Guadalupe que desde luego queda pendiente para otra ocasión.

Un bocadillo bien merecido al sogato de unos montones de tierra ya que el viento a unos 1200 mt. de altura azotaba nuestro esfuerzo sudoroso con peligor de resfriado y esperando al segundo conche los comentarios se sucedieron llegando a comclusiones de que ha merecido la pena el esfuerzo aunque la próxima visita se llamará Hotel Trip Medea en Mérida, eso sí se yo de una persona que seguro nos haria caminar haciendo turismo en Mérida más que toda la ruta entera de Alfonso XI, pues que sea donde sea pero la próxima tiene que ser pronto.

Alfonso Onceno utilizaba esta ruta para cazar osos en la zona. Osos ya no quedan en Las Villuercas pero el camino de la ruta no se arregla desde entonces, jeje, espero que os halla gustado mi pequeño relato de un salida de un grupo de amigos al campo que por supuesto dió mucho más desí que lo guardo para recuerdos porteriores,. También me sirve para darle una entrada nueva al blog que lo tenia un poco abandonado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Magnifica por supuesto” hemos de terminarla en cuanto tengamos unos días” sin el sobrepeso de las mochilas llenas de castañas y llevando en nuestros bolsillos únicamente la ilusión de estar con los amigos y la recompensa de disfrutarlos.